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IU en el Consejo General del Poder Judicial: ¿Asaltar el palacio de invierno?
Para el autor "resulta difícil entender cuáles son las razones que llevan a esta fuerza política a participar en un juego que normalmente -y con buenas razones- suele criticar".
PP y PSOE acaban de pactar la renovación y nombramiento de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el máximo órgano de gobierno de la judicatura. Según la legislación vigente, el CGPJ se compone de veinte vocales, elegidos todos ellos por el parlamento por mayoría de tres quintos, diez por cada cámara, de entre los cuales doce han de provenir de la carrera judicial y ocho ser juristas de reconocido prestigio.
En principio, este hecho no resulta sorprendente y, por tanto, no sería reseñable ni tan siquiera como noticia. Se trata del enésimo pacto que suscriben estas dos fuerzas políticas, garantes del llamado espíritu de la Transición. La Constitución de 1978 estableció una limitada democracia representativa de tenor mayoritario, que permite a los dos grandes partidos –PSOE y PP, antes UCD– repartirse los cargos (y sus correspondientes prebendas) en instituciones como Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo, Tribunal de Cuentas, y así hasta un largo etcétera.
Tampoco sorprende que en este caso concreto el PSOE haya entrado en el pacto y reparto de vocales, aun cuando tiene recurridos ante el Tribunal Constitucional varios aspectos de la reforma del CGPJ aprobada este mismo año bajo el dictado del ministro Ruiz Gallardón. Quizá pudiera parecer un tanto incoherente. Pero no. El PSOE es un partido de Estado que sabe que el mantenimiento del régimen nacido de la Transición necesita de su participación activa en los consensos con el PP. Aunque en ocasiones discrepen sobre algunos asuntos, cuando se trata de cosas serias -léase la reforma del art. 135 de la Constitución- poco les cuesta ponerse de acuerdo.
Asimismo, no es extraño que hayan entrado en el pacto partidos como CiU y PNV, dado que estos se presentan como fuerzas de Estado y de consenso siempre que les conviene a sus intereses. Desde 1978 han sido varias las ocasiones en que tanto unos como otros se han ofrecido a garantizar la gobernabilidad de las instituciones estatales. A cambio, claro está, de notables beneficios en sus particulares y partidistas negociaciones con el Estado.
Lo soprendente es que en este caso concreto sea Izquierda Unida quien haya entrado en el pacto, obteniendo así un puesto en el reparto de vocales del CGPJ. Resulta difícil entender cuáles son las razones que llevan a esta fuerza política a participar en un juego que normalmente -y con buenas razones- suele criticar. La explicación dada por sus dirigentes insiste en que su presencia en el pacto, por un lado, implica el avance del pluralismo parlamentario frente al bipartidismo y, por otro, servirá para un mejor funcionamiento del Consejo.
El escaso peso que tendrá IU en el nuevo CGPJ (un vocal de veinte, recuérdese) genera serias dudas sobre la posibilidad real de mejorar el funcionamiento de un órgano que históricamente se ha dedicado a servir de altavoz y correa de transmisión de los intereses del PP. Seguirá siendo así sin duda alguna. De asegurarlo se ha encargado la última reforma legal dirigida por Ruiz Gallardón, según la cual tan solo seis de los vocales del CGPJ ejercerán el cargo con dedicación exclusiva. Estos seis son los vocales que compondrán la comisión permanente del Consejo, que dirigirá la institución y donde es más que previsible que el PP imponga su mayoría absoluta. Por eso IU se opuso, con buen criterio, no solo a esta reforma, sino en general a que los partidos mayoritarios se repartan instituciones como el CGPJ. Y por eso sorprende, aun más si cabe, su decisión de entrar en el reparto.
Es irreal pensar que en este marco la vocal propuesta por IU pueda variar un ápice el funcionamiento del Consejo. Aunque sea una voz crítica, tan solo servirá para legitimar las decisiones alcanzadas por este órgano y, sobre todo, el sistema de elección de sus vocales en el que IU gustosamente ha participado. Una cosa es la presencia crítica en las instituciones -incluso entrar en ellas para derribarlas desde dentro- y otra bien distinta contribuir a su consolidación, que es lo que hace IU al aceptar su presencia en el CGPJ gracias a un sistema de reparto de cargos propio de la cultura de la Transición.
La decisión de IU le aleja de la (buena) estrategia política de confrontación radical con el régimen que parecía haberse asumido por sus militantes y dirigentes. Una estrategia que, en los últimos tiempos, le ha llevado a conectar con los movimientos sociales y ciudadanos que demandan la apertura de un proceso constituyente como única vía de salida a la crisis de sistema en que vivimos, y que ven razonablemente a esta fuerza política como un aliado imprescindible en su camino. Sin embargo, esta decisión le resta credibilidad en la calle y da aire al bipartidismo, a los pactos de Estado, a los consensos y a los guardianes del marco constitucional diseñado en 1978. Convendría que IU rectificase y retomase el rumbo lo antes posible.
Notal final dedicada al movimiento memorialista
Entre los futuros vocales del CGPJ se encuentra Clara Martínez de Careaga, de la órbita del PSOE y de Jueces para la Democracia. Esta magistrada fue la ponente y autora del auto de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo por el que se rechazó el recurso presentado por la familia de Miguel Hernández para lograr la revisión de la sentencia del infame consejo de guerra que condenó a muerte al poeta comunista. ¡Qué pena que IU vote a favor de la promoción de esta magistrada!
Rafael Escudero es profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. Autor del libro Modelos de democracia en España 1931 y 1978 (Ed. Península, 2013)
A ver, lo de elegir los miembros del CGPJ se debe a una necesidad de la transición. Como los jueces franquistas siguieron TODOS en sus puestos y ni se les tocó, para dar un mínimo de seguridad política a los «nuevos» se les permitió participar en una elección que preserva la mayoría conservadora a cambio de una presencia en el nuevo órgano. Es decir, tu no me cuestionas yo te admito a tres o cuatro. Y te callas, claro. Es la IMPUNIDAD sres.
Como afiliado a IU siento vergüenza por esta decisión. Oigo las mismas justificaciones que oía cuando algunos nos negábamos a entrar en los Consejos de Administración de algunas Cajas de Ahorro… En fin todo cambia…y en IU para peor http://www.iugordon.com/todo-cambia/
Pues yo sí que quiero que personas de izquierda transformadora estén dentro de los Consejos de Administración de las Cajas (ahora ya da casi igual porque el PP se las ha cargado) o del CGPJ. Otra cosa es que dentro se defiendan posiciones distintas a las de los representantes del «establishment». Pero renunciar a espacios ganados democráticamente, ¡nunca! http://hijodefructidor.blogspot.com.es/
Este tema no es tan simple como para despacharlo con un lugar común tan poco matizado como hace el autor del artículo. Coincido en que las formas de la negociación no han sido brillantes por parte de IU, pero sobre el tema de fondo hay que precisar que el modelo alternativo a la elección parlamentaria sería el de la elección totalmente corporativa. Pienso que el remedio resultaría peor que la enfermedad. Claro que el sistema podría ser perfeccionable -y así lo propone IU-, con un sistema de «hearings» serio y riguroso. Lo que no me parece razonable es la autoexclusión de un órgano constitucional de poder. Si participamos en los poderes del Estado, participamos en todos. http://hijodefructidor.blogspot.com.es/
se te ha ocurrido esa cosa que a muchxs se os olvida? DEMOCRACIA DIRECTA
La ciudadania pued elegir/votar a los jueces (ocurre en otros paises) 😉
Sí, claro, ese es el modelo de los Estados Unidos de Norteamérica y lo único que garantiza es que quienes tienen dinero y lobbys que los apoyen podrán conseguir acceder a esos puestos. Creo que no se ensancha la democracia por ese lado. http://hijodefructidor.blogspot.com.es/
Como militante de IU, no entiendo su participación en el conchaveo de este tipo de elecciones. Hay que ser torpe para participar en estas cosas, a sabiendas de que el sistema te perjudica… Y ya de cara a tus votantes, ni te cuento…
Participar en este tipo de nombramientos solo tiene sentido si a la persona designada por IU se le obliga a rendir cuentas de su actividad periódicamente y pone su cargo a disposición del partido que le ha nombrado en caso de no cumplir correctamente con su labor.
No es tan difícil comprender que es útil meter un topo en cada órgano del poder. Aunque solo sea para enterarnos de la mierda que corre mas rápido.
Pues que lo hubiesen avisado en el programa electoral: «meteremos topos en los organos de poder», pero no, en el programa dijeron que iban a cambiar el sistema de elección, porque el problema del CGPJ era la dependencia política. Y luego critican al PP por no cumplir su programa.
Para cumplir el punto del programa electoral se necesitan votos para ganar elecciones. No se porque se te olvida este pequeño detalle
Ah, vale, entiendo, quieres decir que si no ganas elecciones luego puedes hacer lo que te de la gana, aunque sea lo contrario. Bueno es saberlo, a partir de ahora no me sentiré traicionado con cualquier cosa que haga iu, psoe, upyd, etc, total, como no han ganado las elecciones…
¿Como pretende el autor que se elijan los miembros del CGPJ? El hecho de que finalmente se haya incluido a IU es un paso adelante en el pluralismo.
LO democrático es que el CGPJ dependa del parlamento y en el parlamento estan representados los ciudadanos por medio de los partidos politicos.
¿Se pretende una eleccion corporativa por jueces? ¿SE hace un sorteo?
Pues nada, sigamos esperando que las preferentes o la corrupción los sigan juzgando jueces elegidos de esta forma.
Propuestas existen, pero no son del agrado de los partidos de siempre. Lo que no entiendo a qué juega IU, que cada vez que toca poder le sale el ramalazo PPSOE.
2.6.1 – Consejo General del Poder Judicial: elección de sus 20 miembros:
23 – doce jueces y magistrados son elegidos de forma directa en listas abiertas, con voto secreto y personal de los miembros del Poder Judicial.
24 – cuatro por los propios jueces y magistrados, tres por los secretarios judiciales, tres por los fiscales y dos por los abogados.
25 – los ocho restantes se eligen: cuatro por el Congreso y cuatro por el Senado. Ninguno podrá ser ex miembro de las Cortes Generales o de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas, ni haber estado afiliado a un partido político en la legislatura anterior o haber formado parte de sus listas electorales.
se te ha ocurrido esa cosa que a muchxs se os olvida? DEMOCRACIA DIRECTA
La ciudadania pued elegir/votar a los jueces (ocurre en otros paises) 😉